La ira de los caídos, de Daniel Granados

Sinopsis

Llevan siglos vagando entre nosotros. Privados de sus recuerdos, de su identidad. Solo son instrumentos con un macabro fin.
Quizás te hayas topado con alguno de ellos; cuidado, esconden un oscuro secreto en su interior.
Ven conmigo, yo te lo mostraré.
Descubre el amor, la traición, la venganza. Vive la rebelión.
Fuente: Amazon

Sombra es un vagabundo que se arrastra por la vida con la incertidumbre de no saber quién es. Sus recuerdos están sepultados bajo un manto de tinieblas. Quizás hubiese tenido hijos en otro tiempo, una familia... Ahora no puede recordar nada de aquello, ni siquiera su nombre. 
Su único objetivo en la vida es conseguir algunas monedas que intercambiar por una botella de whisky que calme su dolor.
Sin embargo, su interior oculta algo oscuro; una prisión sin barrotes en la que lleva siglos encerrado. Su cuerpo y sus manos no le pertenecen, solo son meros instrumentos con un macabro fin.

Argumento

Sombra, un asesino sin identidad, recibe la misión de matar a Eva, una chica estudiosa, solitaria y casi asocial que ignora que podría ser la pieza clave de una revolución en Adrom. Cuando se acerca a ella para completar la misión, Sombra empieza a recordar quién es y clama venganza contra los que lo condenaron a una vida sin recuerdos.

Opinión (sin destripe)

Lo que más destaco de esta novela es el tratamiento de la trama: me impresionó mucho cómo todos los personajes, aparentemente inconexos, que aparecen en las primeras páginas iban encajando poco a poco en la historia pero, al mismo tiempo, no se revelaba mucho de ellos. Ninguno de ellos es lo que parece y, habiendo visto tantas revelaciones inesperadas a lo largo de esta primera parte de la historia, no me extrañaría que alguno aún guardara algún as bajo la manga. De hecho, aún hay varios de los que no se sabe demasiado y que estoy deseando que se desarrollen un poco más en la próxima entrega.
Toda la historia gira alrededor de Eva, una chica a la que seguro que muchos le cogéis cariño enseguida: es muy introvertida, casi asocial, y muy confiada. Además, es el único personaje que se pasa toda la novela sin enterarse prácticamente de nada y sin tener ningún objetivo claro: es como un juguete en manos de todos los demás personajes. Eva los conoce a casi todos, de una manera o de otra, pero no sabe quiénes son en realidad ni qué los mueve: sólo sufre todo lo que ellos hacen sin entender.
Sombra es el otro centro de la narración: un vagabundo que no recuerda quién es y que tiene por única misión matar a cualquier persona que Adriel le nombre. Cuando le ordenan matar a Eva, algo cambia y empieza a recordar su nombre y cómo ha acabado viviendo de esa manera: a partir de ahí empezamos a saber todo lo que Eva desconoce. No pienso decir nada más sobre personajes: no quiero destripar nada, así que, si os pica la curiosidad, descargadla de Amazon y echadle un vistazo.
El texto en sí, la narración, está también muy cuidado: tiene un estilo sencillo de leer (dicen que esta es la manera más difícil de escribir) y sin artificios. Si no os gustan mucho las descripciones, podéis leer perfectamente esta novela: las poquísimas descripciones que hay son las estrictamente necesarias y no tienen detalle excesivo. Las escenas de acción son muy dinámicas, igual que los diálogos. Quizá el mayor pero que le puedo poner al estilo es la forma de escribir los pensamientos de los personajes: es un poco desconcertante encontrarlos unas veces en estilo indirecto (como parte del discurso del narrador) y otras en estilo directo entre comillas, pero es un detalle que no dificulta la lectura ni le quita brillo a la novela.
No os imagináis lo difícil que es hacer una reseña de este libro sin desvelar nada: me ha costado la vida y me parece que sólo he dicho generalidades, pero ahí está el encanto de La ira de los caídos: es una historia en la que las identidades de los personajes son las piezas clave que lo van moviendo todo.
Espero que la segunda parte salga pronto: si está tan trabajada como la primera, valdrá la pena leerla.

Primer párrafo (para que os piquéis, más que nada)


Sombra miró a la figura que descansaba sobre la cama, sumida en un sueño agradable y sereno. La oscuridad no le permitía ver el rostro de aquella mujer, aunque sabía que era joven. Demasiado joven para morir de aquella manera.

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